¿Por qué los españoles tienen dos apellidos?
Hay algo que a muchos les llama la atención de los españoles: que tenemos dos apellidos.
La ley española indica que, al nacer un bebé, este recibe un apellido del padre y otro de la madre.
La tradición es que reciba el primer apellido paterno y el primero materno, en ese orden; pero lo cierto es que actualmente el sistema español permite mayor flexibilidad y los padres del recién nacido pueden elegir en qué orden va a tener los apellidos el bebé.
Pero esta característica del doble apellido de España y otros países hispanoamericanos es algo que no sucede en ningún otro lugar (exceptuando Portugal, donde se registran con ambos apellidos, aunque usualmente solo usen uno). ¿De dónde viene entonces esta costumbre?
A lo largo de la historia ha habido muchos cambios en las normas para poner los apellidos e incluso en una época, cada uno elegía su propio apellido. No había normas, pero sí que estaba castigado en la ley el hecho de cambiarse el apellido para intentar engañar (por ejemplo, para fingir ser de una clase social más alta).
El sistema de dos apellidos empieza en las clases altas durante el siglo XVI. Usualmente se daba solo el apellido del padre, pero en España, las mujeres al casarse no cambian su apellido. Si la madre venía de un linaje rico o poderoso, era interesante para la descendencia destacarlo.
Poco a poco se va extendiendo esta costumbre en la población trabajadora y humilde, pero por una razón más práctica: distinguir y etiquetar; por eso existen apellidos que refieren a la profesión (como Zapatero, Herrera…), al origen o localidad (Sevilla, Japón…), etc.
Pero no se establece una regulación fija hasta el siglo XIX para todos los habitantes del país. Esto pasa porque la administración pública se da cuenta de que era más fácil así identificar a los individuos, especialmente cuanto tenían que recibir dinero del gobierno, como pensiones de militares, etc.